Tenía mucho tiempo sin escribir en mi blog, saludo a quienes aún se encuentran por acá.
Quiero actualizarles con algunos puntos que de ahora en adelante podrán ver en Curucutear:
1- El nombre, antes era: En el cipote, porque al momento de su creación estaba pensando que fuese un espacio para compartir escritos que había descartado por algún motivo y que no los publiqué en ninguna parte. En mi país, Venezuela, el cipote es un lugar al que nos referimos como un lugar -que no existe- y que consideramos es apropiado para personas fastidiosas. Ejemplo: - Vete pal' cipote que estás fastidiando mucho.
2- Aquí quiero mostrarles todo lo que siempre han sido placeres informativos para mí. Soy Periodista, trabajo en el área de comunicaciones internas de una ONG por lo que trato de estar actualizada en diversos aspectos que me parecen pueden ser útiles para mi día a día y también para lectores que comparten mis gustos.
3- Siéntanse a gusto y bienvenidos. En mi bio encuentran links para que conozcan un poco más acerca de mí.
Nos leemos.
A.-
jueves, 27 de febrero de 2014
domingo, 12 de agosto de 2012
Empatía
Cuando empecé en
la universidad, el primer libro que me mandaron a leer en la especie de
propedéutico que hice fue "Ética para Amador" de Fernando Savater. Pasó una
semana y llegó la acostumbrada sesión de discusión en clase acerca de nuestras
impresiones del libro, lo que más nos había gustado y dudas acerca de la
lectura.
Siempre recordaré
que Savater nos mencionaba en uno de los primeros capítulos la importancia de
ponernos en el lugar del otro a través de eso que se llama empatía, y que mis
compañeros -aquellos que ni habían visto por encimita el texto- decían que
empatía es lo contrario a simpatía, o sea si no me caes bien soy empático
contigo, simple.
Es mi principal
recuerdo cada vez que leo esa palabra.
Luego con el
pasar del tiempo me encuentro con mi actual trabajo una ONG dedicada a la salud
que profesa la empatía en cada uno de días, por lo que ahora ese concepto está
más remozado que antes en mis tiempos universitarios.
Hace unos días topé con
esta campaña de Esperanza Venezuela donde la fibra se conecta con el sentido
más simple de la palabra empatía y el que Savater tantas veces le intentaba
explicar a Amador, es algo difícil pero ponerse en el lugar del otro es un
ejercicio para entender mejor el panorama, dar ese paso a la intolerancia y
mejorar mi capacidad adaptativa.
Con esto quiero
decir que aquí se evidencia una vez más esa actitud que odio y que muchas veces
escucho en la gente: “como a mí no me han robado, no hay inseguridad en el
país” bueno, queridas y queridos entérense que sí, y cada vez estamos peor.
Ojala que este
ejercicio que hacen en esta campaña se pueda trasladar a la vida real y rinda
sus frutos.
A.
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